31 de mayo de 2007

horror de los horrores!!!


Recién me enteré que algo muy extraño sucede con muchas direcciones de los blogs hospedados por Blogger: resulta que si uno le quita la "s" al url de uno de estos blogs, el navegador te lleva a una página cristiano-apocalípticas de esas totalmente patas-vueltas.

Pensé que era una broma, pero ya hice un par de pruebas y es trágicamente cierto. No se imaginan cómo se rompió mi corazón cuando puse http://santos-lugares.blogpot.com/ y lo primero que veo es un mensaje que me dice que la Biblia es cierta y que estamos en los últimos días (...y cómo seremos salvados). Qué putas pasa???

Al menos si me hubiera redireccionado a un site porno, pues bueno, el sentimiento de profanación de tu blog continúa, pero al menos tiene el valor agregado de que alguien que buscaba tu blog podría tropezar casualmente con buen material (a quién no le ha sucedido!). Pero algo así es inaudito, casi indignante... O será, como bien acotaba el descubridor de tan macabro hallazgo, que ¿ya me toca?

Me lleva el chanfle..! (y qué mieo..!)

28 de mayo de 2007

esas increíbles excusas

No es el compa de la noticia, pero quedó de perlas
El día que se inventaron las excusas, este mae llegó de primero en la fila. Se trata de un ex empleado de IBM que fue despedido porque utilizaba la computadora del brete para andar visitando chats de contenido para adultos. Según sus propias palabras, sus "problemas psicológicos lo dejaron adicto al sexo, especialmente a los chat rooms para adultos" (!!!).

Ahora el mae está demandando a su antiguo patrono pues -sostiene- IBM debió brindarle "simpatía y tratamiento" en lugar de despedirlo. Estaremos atentos a ver cuál será el desenlace de este singular caso; yo me aventuro a decir que va a ganar la demanda y le va a sacar muchos miles de dólares a IBM.

Nota completa aquí.

25 de mayo de 2007

La Tregua

Esta ha sido otra semana cerebralmente desgastante: el tema "la reestru" ya me tiene bastante podrido con sus exámenes, sus entrevistas y su ir y venir de noticias que al fin de cuentas no aportan casi nada valioso y por el contrario sólo sirven para cagarse en el estado anímico del suscrito. Afortunadamente, también esta semana he podido darme una tregua entre tanto despiche (dale P, "tanto quilombo") y una vez más acude al rescate el maestro Benedetti con su peculiar humor y -ante todo- su excelente literatura. A continuación, un fragmento de "La Tregua":

Jueves 21 de marzo

Cena en lo de Vignale. Tiene una casa asfixiante, oscura, recargada. En el living hay dos sillones, de un indefinido estilo internacional, que, en realidad, parecen dos enanos peludos. Me dejé caer en uno de ellos. Desde el asiento subía un calor que me llegaba hasta el pecho. Vino a recibirme una perrita desteñida, con cara de solterona. Me miró sin olfatearme. Luego se despatarró y cometió el clásico delito de lesa alfombra. La mancha quedó allí, sobre una cabeza de pavo real que era la
vedette en aquel diseño más bien espantoso. Pero había tantas manchas en la alfombra, que al final uno podía llegar a creer que formaban parte de la decoración.

La familia de Vignale es numerosa, estentórea, cargante. Incluye a su mujer, su suegra, su suegro, su cuñado, su concuñada y –horror de los horrores– sus cinco niños. Estos podrían ser definidos aproximadamente como mounstritos. En lo físico son normales, demasiado normales, rubicundos y sanos. Su monstruosidad está en lo molestos que son. El mayor tiene trece años (Vignale se casó ya maduro) y el menor seis. Se mueven constantemente, constantemente hacen ruido, constantemente discuten a los gritos. Uno tiene la sensación de que se le están trepando por la espalda, por los hombros, que siempre están a punto de meterle a uno los dedos en las orejas o tirarle del pelo. Nunca llegan a tanto, pero el efecto es el mismo, y se tiene conciencia de que en casa de Vignale uno está a merced de esa jauría. Los adultos de la familia se han refugiado en una envidiable actitud de prescindencia, que no excluye trompadas perdidas que de pronto cruzan el aire y se instalan en la nariz, o en la sien, o en el ojo de uno de aquellos angelitos. El método de la madre, por ejemplo, podría definirse así: tolerar toda postura e insolencia del niño que moleste a los otros, incluidas las visitas, pero castigar todo gesto o palabra del niño que la moleste a ella personalmente. El punto culminante de la cena tuvo lugar a los postres. Uno de los chicos quiso dejar testimonio de que el arroz con leche no le agradaba. Dicho testimonio consistió en volcar íntegramente su porción sobre los pantalones del menor de sus hermanitos. El gesto fue generado con generoso ruido, pero el llanto del damnificado superó todas mis previsiones y no cabe en ninguna descripción.

Después de la cena, los niños desaparecieron, no sé si dispuestos a irse a la cama o a preparar un cóctel de veneno para mañana temprano. “¡Qué chicos!”, comentó la suegra de Vignale, “lo que pasa es que tienen vida. “”La infancia es eso: vida pura”, fue el adecuado colofón del yerno. Respondiendo a una inexistente averiguación de mi parte, la concuñada me señaló: “Nosotros no tenemos hijos.” “Y ya llevamos siete años de casados”, dijo el marido con una risotada aparentemente maliciosa. “Yo por mí quisiera”, aclaró la mujer, “pero éste se complace en evitarlos”. Fue Vignale quien nos rescató a todos de semejante divagación ginecológica y anticonceptiva, para referirse a lo que constituía el máximo atractivo de la noche: la exhibición de las célebres fotos de museo. Las guardaba en un sobre verde, fabricado caseramente con papel de embalar, sobre el cual había escrito con letras de imprenta: “Fotografías de Martín Santomé.” Evidentemente, el sobre era viejo, pero la leyenda bastante reciente. En la primera foto aparecían cuatro personas frente a la casa de la calle Brandzen. No fue necesario que Vignale me dijera nada: a la vista de la fotografía mi memoria pareció sacudirse y acusó recibo de aquella imagen amarillenta que había sido sepia. Quienes estaban en la puerta eran mi madre, una vecina que después se fue a España, mi padre y yo mismo. Mi aspecto era increíblemente desgarbado y ridículo. “Esta foto, ¿la tomaste vos?”, le pregunté a Vignale. “Estás loco, yo nunca he juntado valor para empuñar una máquina fotográfica o un revólver. Esta foto la sacó Falero. ¿Te acordás de Falero?” Vagamente. Por ejemplo, que el padre tenía una librería y que él le robaba revistas pornográficas, preocupándose luego de divulgar entre nosotros ese aspecto fundamental de la cultura francesa. “Mirá esta otra”, dijo Vignale, ansioso. Allí también estaba yo, junto al
Adoquín. El Adoquín (de eso sí me acuerdo) era un imbécil que siempre se pegaba a nosotros, festejaba todos nuestros chistes, aún los más aburridos, y no nos dejaba ni a sol ni a sombra.

No me acordaba de su nombre, pero estaba seguro de que era el
Adoquín. La misma expresión pajarota, la misma carne fofa, el mismo pelo engominado. Solté la risa, una de mis mejores risas de este año. “¿De qué te reís?”, preguntó Vignale. “Del Adoquín. Fijate qué pinta.” Entonces Vignale bajó los ojos, hizo una recorrida vergonzante por los rostros de su mujer, de sus suegros, de su cuñado, de su concuñada, y luego dijo con voz ronca: “Creí que ya no te acordabas de ese mote. Nunca me gustó que me llamaran así.” Me tomó totalmente de sorpresa. No supe qué hacer ni qué decir. ¿Así que Mario Vignale y el Adoquín eran la misma persona? Lo miré, lo volví a mirar, y confirmé que era estúpido, empalagoso y pajarón. Pero evidentemente se trataba de otra estupidez, de otro empalago, de otra pajaronería. No eran las del Adoquín de aquel entonces, qué iban a ser. Ahora tienen no sé qué de irremediable. Creo que balbuceé: “Pero, che, si nadie te lo decía con mala intención. Acordate que a Prado le decían el Conejo.” “Ojalá me hubieran llamado a mi el Conejo”, dijo, en tono compungido, el Adoquín Vignale. Y no miramos más fotografías.

22 de mayo de 2007

sobre las ballenas


El día de hoy La Nación publicó un artículo del embajador japonés en donde intenta convencer a la opinión pública de las buenas intenciones detrás de la cacería de ballenas emprendida por su pais. Todo como parte de la campaña en pos de que el voto de Costa Rica en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (28 al 31 de mayo) favorezca los intereses de los japoneses. Afortunadamente nuestro país ya hizo pública su intención de votar en contra de tales proyectos (¿qué hubiera pasado si Japón nos hubiera "regalado" un puente).

Aún así vale la pena hacer algunos comentarios sobre el mencionado artículo:

Además del montón de MENTIRAS que se atreve a mencionar el tipejo este, su tésis es -sobre todo- estúpida: cómo es posible que justifique la carnicería de ballenas solamente porque "es una especia que se encuentra en el tope de la cadena alimenticia"; bajo esta premisa deberíamos emprender un genocidio científico sobre los osos polares, los pumas, incluso buena parte de los seres humanos (empezando por Japón, supongo).

En serio gente, porfa no creamos nada de lo que opiniones como esta nos dicen. Recordemos que Japón (junto con Noruega e Islandia) mata cada año muchas ballenas so pretexto de investigación científica, cuando la verdad es que lucra con esta actividad. Sólo por mencionar un dato (ver estudio), en la década de 1986-1996, Japón reportó "oficialmente" a la Comisión Ballenera Internacional la muerte de 3,526 ballenas minke (exacto, la misma especie que según el señor Sumi presenta una peligrosa sobre población, consume sin medida a otros -desprotegidos- organismos marinos, y además comete el morboso pecado de reproducirse una vez al año).

Como si fuera poco, el embajador no menciona en absoluto el sufrimiento al que es sometido el animal antes de su muerte. Tal parece que tantos años de "cacería científica" no han sido suficientes para contar con datos exactos sobre el tiempo que requiere una ballena para morir. Ojas a las conclusiones del estudio "Hunted: dead or (still) alive" realizado por la WDCS (Whales and Dolphins Conservation Society) :

For example, Greenland admits that the information collected from its hunters is not scientifically based and that a lack of veterinary assistance prevents it from developing more accurate indicators than its existing criteria for determining death ("when the whale does not move and the flippers are immovable"). These ignore the risk that the whale is paralysed, but still conscious and able to perceive pain.

The IWC's quantitative approach also ignores the fact that whales will experience a different intensity of pain and suffering, even if their Times to Death are similar, depending on the damage caused by the harpoon or bullets entering the body and the power of the weapon used. Other welfare considerations must also include the trauma of the chase itself and, for social species, the effects on other members of the whale's pod. However, these issues are not currently considered by the IWC.

As a result, the IWC rarely has sufficient quantity and quality of data to make a fully informed assessment, or comparison, of whaling methods. It is not even clear if the IWC is seeking the most useful data to assess humaneness, as is evidenced by the longstanding, and still unresolved, debate about the correct criteria for measuring the onset of insensibility and death in whales.



Para los que quiera ver una pequeña muestra de la crueldad hacia las ballenas, pueden echarle un ojo a este link (se ve super güeiso, por si acaso)

Espero que todo lo anterior les haga reflexionar un toque sobre este desgarrador problema. Es cierto que en Costa Rica no somos cazadores ni consumidores de productos de ballenas, pero eso no nos exime de la responsabilidad que tenemos con el medio ambiente, recordemos que mantenerse al margen es igual que apoyar la cacería.

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Sobre las ballenas

Yoshihiko Sumi
Embajador del Japón en Costa Rica

De cara a la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se llevará a cabo del 28 al 31 de mayo próximo en Alaska, me gustaría compartir unas ideas acerca de las ballenas.

La ballena es una especie que se encuentra en el tope de la cadena alimenticia de las especies marítimas. Su excesiva protección daña el ecosistema marino, fundamentándose así la posición de Japón que se basa en la sostenibilidad y utilización balanceada de los recursos marítimos.

El más grande. Quiero anotar que la ballena azul es el mamífero más grande que existe en el mundo, con un récord de un ejemplar que alcanzó a medir 34 metros de longitud. La hembra en este tipo de ballenas alcanza la madurez a unos 10 años de edad y pare cada dos o tres años. Ahora, en el caso de la ballena minke , esta llega a la madurez a una edad de entre 6 y 7 años y se reproduce una vez por año. La ballena minke tiene una capacidad de reproducción más fuerte que otras especies de ballenas.

De igual forma, se estima que las ballenas consumen de 3 a 5 veces más recursos que el volumen total de las capturas de la pesca marítima mundial. Inclusive, varios organismos internacionales, incluyendo la FAO, han iniciado estudios sobre el tema por posible daño que esto causa a las otras especies marinas. Se cree que las ballenas consumen una enorme cantidad de otros organismos marinos, que puede llegar a ser de entre 250 millones y 400 millones de toneladas anuales, y están muy por encima del consumo humano anual de especies marinas, que, en promedio, llega a unos 90 millones de toneladas.

760.000 minke . Para 1986, la CBI acordó una moratoria sobre la caza ballenera comercial, con el fin de que se emprendiera una evaluación global de las poblaciones de ballenas y que se considerara modificar la cláusula a más tardar en 1990. Según la página web del CBI, el Comité Científico de esta Comisión reconoció en 1990 que hay 760.000 ballenas minke en el océano Glacial Antártico y, en 1991, que la población del mar de Ojotsk- Pacífico noroeste se compone de 25.000 animales.

Para el caso de Costa Rica, las ballenas que pueden observarse, en su mayoría en la península de Osa, corresponden a las yubarta o "jorobadas", cuya población ha ido en aumento en promedio en un 12% anual, según la CBI. Los profesionales de Costa Rica afirman que es más frecuente su observación en esta península, en comparación con varios años anteriores.

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18 de mayo de 2007

Ayyyyyy..!

Fractura de peroné y los ligamentos del tobillo... Pobre mae!

Hace recordar a Ronaldo hace algunos años cuando hizo un giro a la izquierda, pero su rodilla entendió que era a la derecha... güeiso, aunque francamente daba cierto (maligno) gusto ver al gordo hijueputa ese, la versión futbolística de Shaquille O'Neall, retorciéndose en la grama.

para sí olvidar

No se trata de un viernes 13, pero este viernes 18 (el culo te abrocho!), los resignados habitantes del Valle Central tuvimos el horrendo placer de experimentar -otra vez- el colapso de la "red" vial nacional: los choques múltiples y las lluvias tropicales fueron los protagonistas una jornada catastrófica para todo aquel que quisiera llegar a su casita y liberarse del estrés acumulado de una semana para olvidar...
Mi semana estuvo maracada por la vil pichaseada con un brete de la maestría, la próxima vez que tenga los ojos rojos espero que se deba a algún psicotrópico, y no a las cuasi-palmadas de origen académico.
Para rematar, hoy asistí por primera vez, y en primera fila al primer acto del circo de la "reestru": como era de esperarse, fracaso total, a la mierda la experiencia o el amor que aún se le tiene al brete. Otra vez los fantasmas rondan mi cabeza...
Y bueno, al menos ya en el hogar, con la cerveza en el cuerpo y la canción de Serrat que dice: "...hoy puede ser un gran día" (gracias Myra)

el orto (definición académica)

orto. Vulgarmente, el trasero humano. La palabra tiene su etimología, dado que si recuerdan algo de geometría elemental, dos líneas ortogonales son las que forman ángulo recto; y el recto, en el cuerpo humano... bien, ya me entienden.