25 de julio de 2007

ahí voy

Hoy intercambié roles y me tocó preparar la cena: pechugas supremas (así se llama la receta, aunque quedaron acorde al nombre.... modestia aparte).

Ya cierro esta jugadita porque hoy voy de escribidor, pero no acá, esta vez le toca al cuadernito...

divorcio con la técnica

Los últimos acontecimientos no han hecho más que precipitar mi inminente divorcio con la técnica. Ahora mismo la bici, las fotos, los buenos amigos, mis perros, y -por supuesto- estos santos lugares me llenan muchísimo más que la auto proclamada todopoderosa técnica.

El siguiente texto pertenece a "Sobre héroes y tumbas", y aplica bastante bien a mi situación actual:

...Y al pájaro le basta con algunas semillitas o gusanos, un arbol donde cosntruir su nido, grandes espacios para volar; y su vida transcurre desde su nacimiento hasta su muerte en un venturoso ritmo que no es desgarrado jamás ni por la desesperación metafísica ni por la locura. Mientras que el hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erguir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar su gran desgarramiento, ya que habría dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. Será ese ser dual y desgraciado que se mueve y vive entre la tierra de los animales y el cielo de sus dioses, que habrá perdido el paraíso terrenal de su inocencia y no habrá ganado el paraíso celeste de su redención. Ese ser dolorido y enfermo del espíritu que se preguntará, por primera vez, sobre el porqué de su existencia. Y así las manos, y luego aquella hacha, aquel fuego, y luego la ciencia y la técnica habrán ido cavando cada día más el abismo que lo separa de su raza originaria y de su felicidad zoológica. Y la ciudad será finalmente la última etapa de su loca carrera, la expresión máxima de su orgullo y la máxima forma de su alienación.

23 de julio de 2007

honor a quien honor merece


En esta noche lluviosa quiero rendir tributo a unos compañeros de vida que a lo largo de los años se han comportado siempre a la altura de los acontecimientos: mis Hi-Tec (sí, los de la foto).

Los tengo desde hace unos 5 ó 6 años, y aunque para muchos sean un objeto material como tantos otros, la verdad yo a ellos los quiero. Pero cómo no quererlos! Han estado conmigo en las buenas y en las malas, en el frío y en el calor, en la sobriedad y en las borracheras, literalmente han estado hasta el cuello de mierda, y acá están como los grandes. No es que la gente de Hi-Tec me esté pagando $5 mil por este post, pero la verdad es que de las cosas buenas que he comprado alguna vez, estos maes están volando (como dirían en Snatch, están "tip top"), son casi indestructibles, sin que por eso sean incómodos o feos. Quién puede rajar que apagó una fogata con sus zapatos sin que la suela no sufriera ni siquiera un rasguño?... Al quinto carajo con Nike, Adidas, Timberland o cualquier otro, mis Hi-Tec les parten el hocico, ayyyyy!!!

Son muchos los recuerdos que nos unen: con ellos subí el Chirripó, vimos las primeras luces del día en el cerro Ventisqueros, caminamos por los riscos filosos que llevan al cráter del Rincón, pisamos las piedras ardientes de los Azufrales, nos hemos hundido en el barro de la laguna Hule, sumergido en el agua helada del río de Tapantí, permanecido estáticos junto a una tortuga en pleno desove. Muchos nombres los evocan: Monteverde, aventura, Volcán Turrialba, polvo, Irazú, frío...



Y eso solamente por mencionar experiencias en suelo patrio, ya que ellos también han sabido darse sus gustos "más allá de nuestras fronteras". Caminamos por las antiguas calles empedradas de la ciudad de Antigua, por la arena blanca de la ribera del lago Atitlán, por el mercado municipal de Managua... Y ni qué decir del viaje al Sur, ahí estuvieron conmigo cuando -por fin- conocí la nieve, caminando en la cara del cerro Catedral que mira al Nahuel Huapi; también recrearon los pasos de Sabato por la Recoleta y Retiro, nos tomamos una cerveza fría en una pizzería de Buenos Aires, nos asomamos a los riscos plagados de fósiles con los que la Patagonia se defiende del implacable Atlántico, nos reencontramos con Marcelo y Paula y lo celebramos subiendo hasta la base del Fitz Roy. Y así los pasos perdidos nos llevaron hasta el auto proclamado "Culo del Mundo", la austral ciudad de Ushuaia, eso sí, pasando antes por el lugar más espectacular y maravilloso que la naturaleza me ha permitido conocer: el Glaciar Perito Moreno, auténtico coloso de nieve y hielo que aún con toda su magnitud nos regaló, cual bondadoso soberano, la oportunidad de caminar sobre su lomo helado.

Estos días son tranquilos para mí y mis queridísimos Hi-Tec, tal vez salga un paseito un fin de semana de estos, ya veremos. De momento el horizonte apunta al próximo mes de setiembre cuando esperamos celebrar los 186 años de independencia (literalmente) pateando a algunos hermanos centroamericanos en el concierto de Héroes del Silencio en Ciudad de Guatemala... Ya saben muchachos, a darle duro!

14 de julio de 2007

le tour


La 7ma etapa del TDF no pudo estar más emocionante: sabadito en la mañana, desayunando y viendo como este mae Gerdemann -a quien nadie tenía en cuenta- le puso todas las ganas del mundo y subió la Col de la Colombière como los más grandes. Claro, en la meta casi cae muerto, pero valió la pena la pichaseada porque no sólo ganó la etapa sino que ahora es el líder de la general.

Bastante motivante ponerse a ver el Tour. Voy a poner unas papitas al horno, la cervecita de rigor, y en un par de horas espero estar montado en mi bici poniéndole bonito (y obviamente apreciando el paisaje).

5 de julio de 2007

dear neighbor

Ver este corto del recordado Charo (qué éxito el ride a Ostional..!) me ha producido cierta triteza: pero aunque suene paradójico, no es algo mala calidad, de hecho se me hace un toque difícil definir con precisión las cosas que ahorita me dan vueltas en la jupa. Por ahí es mucha nostalgia, no sé... Lo que me gusta del corto es que me movió el cerebro. Al ver la historia de la casa fucsia, le encuentro más sentido a la frase acuñada por el director que reza "donde no pasa nada desde el último Big Bang".

Ciertamente uno no se imagina a un noruego pintando la casa al mejor estilo de Willy Wonka, pero tampoco me imagino a un tico haciendo lo mismo acá. ¿Será que para concretar algo así es requisito vivir en una cultura diferente?. Como si el hecho de hacer tu vida en un país que no es tu patria no fuera suficiente, y tengamos que pintar nuestra casa como una golosina para gritar "Aquí estoy! Soy diferente!". ¿Qué nos lleva a hacer eso, por qué esa necesidad de enfatizar nuestro origen precisamente cuando se está lejos del mismo? Es acaso la defensa contra una inevitable nostalgia, o bien la forma de pedir perdón a lo que se ha dejado atrás... Hace poco me encontré por ahí la grabación de una entrevista hecha a Cortázar en donde el Julio decía con mucho orgullo que más de 30 años de residencia en Francia no le habían quitado (para gran fortuna de la literatura latinoamericana) el impulso de escribir en español, incluso un "español muy argentino" como él lo aseguró en aquel momento.

El punto es que con "Dear Neighbor" uno realmente percibe ese deseo del realizador por hacerse notar, por reafirmar un origen que no deja de palpitar a pesar del tiempo y la distancia. Como dice Manu Chao: "...llevo en el cuerpo un motor, que nunca deja de rolar". Y bueno, la verdad que eso está muy bien, y desde acá un saludo y un felicitación al compa Charo por haber logrado algunas de las cosas más difíciles cuando de arte se trata: primero la autenticidad, que te salga del alma (corazón y otras vísceras incluidas); y segundo, que tu creación le mueva el cerebro a alguien, aunque sea una sola persona. Excelente calidá..!

Y ahora sí, acá les dejo con el D.N.: