9 de enero de 2009

De blogs y otros demonios

Hoy fue noche de blogs y bastante provechosa afortunadamente... Todo empezó con los 4 ó 5 habituales, pero gracias al desvelo y a la escasísima oferta de buen entretenimiento de los canales 7 y 11 (únicos que se ven bien en la nueva chospi) me entretuve bastante tanto con los nacionales como con los internacionales: desde el interesantísimo de la cubana que no sé de donde sacará tiempo para leer las miles de opiniones que le dejan en cada post, hasta algunos de los periodistas de RTVE que generalmente tienen una visión muy particular y además no tan políticamente correcta en comparación con la línea que tienen que seguir en los telediarios y otras producciones (bien por VR!).

Volviendo a la blogsfera criolla, desde hace buen tiempo me percaté de que esta es dichosamente amplia y diversa, lo cual ciertamente produce un orgullo patrio que no es fácil de explicar pero que ahí está cada vez que uno se caga de risa con alguna salida del Burro o con las historias del "sidoso" que tienen a más de uno (me incluyo) super ansioso por saber qué va a pasar en el próximo capítulo... Y esto sólo por poner un par de ejemplos del cañazo de varas que uno se puede encontrar y que garantizan cuando menos entretenimiento e incluso inspiración para escribir.

Y es que precisamente hoy, entre link y link llegué hasta la MelcoCueva (que no había visitado nunca) y leí un post titulado "Ser hombre es un éxito" que lejos de ser la hablada basura que uno podría esperar de un título semejante, resultó ser una buenísima inspiración del compita que lo escribió y que a mi realmente me emocionó y -lo principal- me provocó ganas de escribir un ratillo en esta jugadita tan echa a un lado en los últimos meses.

Dice este mae que "Lo que importa no es cuanta gente te lee, ni cuantos comentarios quedan en cada post. Lo que realmente importa es cuanto de uno mismo se puede dejar en cada uno de esos escritos"... Yo me he cuestionado muchas veces si de verdad vale la pena poner algo acá porque tal vez no sea tan "bueno" o lo vaya a hacer simplemente por la vara de publicar por publicar; y en estas cavilaciones he dejado de poner un pichazo de cosas porque al final uno piensa "neeeee, ya se me fue la inspiración... otro día lo pienso más tuanis y lo escribo". Otras veces (y por favor que esto no se tome como una excusa barata) la inspiración suele llegar en lugares y/o situaciones poco apropiadas para la creación literaria como por ejemplo cuando viajaba en lata al brete o mientras batía cemento con Tavico en la remodelación de Aura... Y para aquellos que ya lo pensaron, la verdad no recuerdo instantes de pura inspiración mientras exoneraba el vientre (gracias M. Benedetti), cuando mucho algunas miaditas me sirven aún cuando estoy programando y alguna vara está generando errores infranqueables para despejarme un toque la mente y regresar algo más ligero pero definitivamente más sagaz en lo que a la informática se refiere...

Pero pa' no desviarme mucho del tema, la cosa es que yo siempre trato de pulirme con las varas acá publicadas y tal vez por eso es que termino filtrando tantas ideas "merecedoras" de post. Otra hipótesis es mi naturaleza perfeccionista (según me dijo una vez la psicóloga del BN cuando trabajaba ahí). Algunas veces es simplemente que me dá la fiaca (gracias P. González) y no muevo ni un pelo. Y obviamente, también hay un elemento de miedo que uno siempre tiene al enfrentarse a una hoja en blanco (recuerdo hace muchos años en TVE una buena entrevista a Galeano hablando sobre esto mismo). Sin embargo en mi caso lo que más pesa (ceo yo) es el tema inspiración que a mi manera de ver las cosas, es más que las ganas de hacer algo, es como esa fuerza sobrenatural que activa todo el ser en pos de algo, aunque sea "solamente" un parrafito de tres líneas.

Y acá entonces yo de nuevo, hoy con la inspiración prestada de un mae que dice que ser hombre es un éxito, y francamente tranquilo de poder escribir sin presiones y con la inigualable sensación de la madrugada fría que envuelve la casa, la nueva casa que no acabo de considerar mía pero la que siento necesariamente parte de mí por lo que fue antes y por lo que espero convertirla ya casi... Uffff.

Feliz Año 2009. Y aunque no soy tipo de consejos ni mucho menos promesas de año nuevo, tratemos todos de canalizar la energía en cosas buenas, pequeñas o grandes, pero que nos llenen y nos hagan vivir nuestras vidas con más calidá...