3 de noviembre de 2008

Doggy

Doggy, Boby, Dogo, Boli, Doyo, Doyolino, Dóyilo, Nene, Guapo, Dogolino... Te me fuiste hoy mi guapo y yo que te quería tanto, tanto, tanto, tanto.... Ay mi dogo, qué cagada que ya no estés conmigo con lo mucho que nos queríamos los dos, lo bien que la pasamos siempre, yendo a todo lado conmigo, nunca te separaste de donde yo estaba, aunque a veces yo sabía que era muy incómodo para vos, igual siempre, siempre estabas conmigo... Y yo sabía que me entendías, que aunque en los últimos meses estabas sordo yo sabía igual que me entendías y que me decías cosas porque siempre estuvimos conectados, y sólo nosotros lo entendíamos porque con vos mi guapo yo tenía algo más lindo que con la mayoría de las personas, nadie lo entiende, pero es así y vos lo sentías también y por eso te quería tanto y te cuidaba tanto todos los días del mundo. Y ahora me vas a hacer demasiada falta boby, demasiada, toda la falta del mundo. Eras tan lindo dogo, tan lindo y tan chineado, y tan peresozo y tan tierno que algo grande se me murió hoy con vos mi perrito lindo.

Acá dejo esta imagen tuya del lugar que tanto te gustaba y donde fuimos tantísimas veces simplemente a estar juntos, a que me ayudaras a olvidarme de todo, y donde finalmente ahora estás enterrado en el claro de zacate cerca del río y del poró donde te encantaba revolcarte y que te acariciara la panza largo rato, felices los dos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mae, que mala nota, me imagino que fue rudo para vos, nos hablemos, que estes bien

Johnny

Anónimo dijo...

Mae, que mala nota, me imagino que fue rudo para vos, nos hablemos, que estes bien

Johnny

Anónimo dijo...

Nos alegramos tanto de ver a Doggy e la foto cuando abrimos el blog. Despues lloramos...QUE TRISTE !!!
El cielo de los perros existe, de eso estoy seguro.
Un abrazo fuerte de Marcelo, Pau e Issy. Tambien de Aitana, Dumba y Beka.

Rolando C Vargas dijo...

Uy mae,

Que playada. Bueno que todo salga como debe.

Yo lamentablemente nunca tuve una experiencia así. El perro al que más quise, el de mi infancia, Rusty, decidió tener una vejes hijueputa en la que no se soportaba ni solo y para peores, la cenectud le duró como cinco años, así que al final entre un adolescente impaciente (osease yo) y un perro senil (osease Rusty) no quedó mucho de la buena relación infantil (de ambos).

Que bueno que tu amor por él y el de él por vos pudo realizarse de tan buena forma... ya me llevarás a su poró, cuando camine de nuevo, espero que no se te olvide esta solicitud!!