9 de mayo de 2008

Torciendo el destino

Llegó el día: Hoy 9 de mayo es mi último día acá en el banco e inevitablemente ando con una tristeza difícil de disimular. No me arrepiento para nada de la decisión tomada, sin embargo una buena parte de mí quería que este día no llegara todavía. Aunque las últimas semanas han estado harto ocupadísimas, igual he tenido mis momentos de nostalgia absoluta sobre los últimos 6 años pasados acá adentro.

Guardando las enormes distancias del caso, me siento un tanto como el personaje de "La Naúsea" durante los últimos días antes de dejar la ciudad donde vivió los últimos años y en donde experimentó la cantidad de cosas que narra la novela y que le mueven el cerebro a más de uno. Y así, he andado analizando muchas de mis acciones -incluso las más rutinarias- en términos de "esta es la última vez que...". Por ejemplo: ayer fue la última vez que comí en la soda con mis queridísimos compas de brete, la última vez que hice una liberación en Producción, la última vez que voy a saludar a los compas del sexto piso, la última vez que enciendo el ventilador antes que la compu, la última vez que pongo mi clave en el teléfono, la última vez que voy a a cagar al octavo, la última vez que subo a hablar con Rolo (al menos en su oficina), la última vez que para contarle algo a Marcia llego tocando en su cubículo como si tuviera una puerta, la última vez que me cago de risa por alguna salida de Bolaños, la última vez que antes de almorzar llamo a Andre y le digo "kiúboles, ¿almuerzo?", la última vez que después de llamar a Andre llamo a Harolito y le digo "mae, p'arriba", la última vez que me derrito de calor acá adentro, la última vez que utilizo horas laborales para escribir en el blog, la última vez que uso el ascensor de carga que me da miedo, la última vez que veo el atardecer desde la ventana de mi piso, la última vez que desde el balcón de noveno me echo un avenidazo, la última vez que veo una vieja rica desde 7 pisos de altura, la última vez que entro por la puerta de empleados, la última vez que es esta desde acá y que se acaba una etapa...

Pero bueno, cabanga de lado la verdad es que me siento muy ilusionado por lo que voy a hacer ahora. Como el Joselo decía, lo que estoy haciendo es torciendo el destino a mi favor y con todo el miedo y la nostalgia, pero también con todas las ganas de que empiezo algo nuevo que nada tiene que ver con lo que venía haciendo hasta ahora, algo mío, muy mío, más puro, que por fin me atreví a hacer y que afortunadamente es un rompimiento total con tantas cosas que la verdad ya me tenían fastidiado y hasta deprimido...

Tons sí, acá sintiéndome el mismo mae, no hay un
"viejo yo" ni un "nuevo yo", tampoco un "antes" ni un "después". Yo igualito que siempre (el pelo más largo, tal vez), sólo que con la sensación sin igual de haber cambiado de ruta (como en la cleta) y elegido otro camino menos transitado, más real, más cercano al origen, a la naturaleza que puedo y quiero respirar.

(suspiro)


1 comentario:

Niebla dijo...

Uy mae que toque!!!

Yo recuerdo cuando se me ocurriò irme del Banco para Mèxico... fue una vara horrible. La noche antes de irme, en casa de Tavo con Walter tomando guaro y llorando como guilas, vieras que cuadro!!

Pero al dìa siguiente uno ve que la vida sigue, que las distancias en este mundo/pañuelo no existen, que la gente con la que uno está unida por el corazòn y no por el cerebro, siempre mantiene contacto con vos, aun cuando no les hablés ni los veas ni nada, aun cuando los volvás a ver dentro de veinte años, es como si el tiempo no hubiera pasado... esa es la magia del corazón.

Por lo pronto solo puedo decir que DISFRUTA TODOS LOS ÉXITOS QUE VIENEN PARA VOS AHORA. Tendrás muchos y muy satisfactorios. Yo espero presenciar al menos algunos y sentirme tan orgulloso de vos como hoy, porque siempre he admirado al que se atreve a perseguir sus sueños, ese que es como vos, no un titán a lo Terminator, sino un ser humano, con dudas y miedos, que puede vencerse a si mismo para seguir adelante y tocar el cielo.

Mariano ADELANTE, sos un titán, DE LOS DE VERDAD.